La creación de un patrimonio es un objetivo fundamental para todos, y la posibilidad de que este se vea afectado genera gran inquietud. Nuestra vivienda, que forma parte esencial de dicho patrimonio, representa el fruto de un considerable esfuerzo y sacrificio, siendo en muchos casos adquirida o construida desde sus cimientos.
La inquietud de que nuestra vivienda sufra daños es una preocupación constante. Por ello, la presencia de maquinaria y materiales de construcción en un terreno adyacente activa el temor de que la nueva edificación pueda perjudicar nuestra propiedad.
Lo que tanto temías se ha materializado: poco después de que comenzara la construcción, descubres una enorme grieta en la pared de tu sala. Asume que es consecuencia de las constantes vibraciones de la obra vecina. La indignación te invade y te preguntas: ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Quién se hará responsable de los daños en mi hogar? ¿Qué debo hacer primero?
En tales situaciones, es crucial mantener la serenidad, ya que la ley ofrece protección contra dichos perjuicios mediante la figura de la responsabilidad civil. Por lo tanto, es fundamental seguir una serie de pasos para salvaguardarse y estar preparado ante la eventual necesidad de emprender acciones legales contra los responsables.
Identificar a los responsables de los daños en tu propiedad es el primer paso. Aunque podrías pensar que el dueño de la obra (tu nuevo vecino) es el único culpable, la situación es más complicada. Por lo general, la responsabilidad es compartida entre todos los involucrados en la construcción.
¿Quiénes son los responsables en caso de que una obra dañe mi propiedad?
- El propietario de la obra: Como principal beneficiario del proyecto, es el responsable último de los daños que la construcción pueda ocasionar, incluso si no la ejecuta directamente.
- El contratista: Es el ejecutor directo de la obra. Su responsabilidad surge de malas prácticas, negligencia, uso de maquinaria inadecuada o falta de precauciones.
- El director de obra: Figura esencial en la distribución de responsabilidades. Su función es asegurar que la construcción cumpla con los reglamentos y garantizar la seguridad. Cualquier fallo técnico o derivado de una supervisión deficiente será su responsabilidad.
Todas estas figuras comparten una responsabilidad solidaria, lo que te permite reclamar los daños a cualquiera de ellas en un mismo procedimiento, incrementando así tus posibilidades de éxito.
Si los daños en tu propiedad persisten, el siguiente paso es presentar una demanda civil.
Documenta todo:
- Fotografías y videos: Registra claramente todos los daños con material visual. Para una mayor contundencia, se puede complementar con un dictamen pericial y una fe de hechos notariales que certifiquen la fecha de la toma de estas pruebas.
- Testigos: Busca personas que hayan presenciado los daños, ya que su testimonio puede fortalecer el caso en un procedimiento judicial.
Acciones posteriores:
- Acuerdo amistoso: Una vez que tengas las pruebas, intenta una resolución amigable con los responsables para evitar un litigio.
- Autoridades administrativas: Si la mediación no funciona, acude a Protección Civil y Desarrollo Urbano. Estas entidades pueden inspeccionar la obra y verificar el cumplimiento de medidas de seguridad y licencias.
- Procedimiento judicial: Si las opciones anteriores no resultan, presenta una demanda civil para reclamar los daños. En esta etapa, las pruebas que reuniste serán cruciales.
Ver tu patrimonio dañado por una construcción ajena es una pesadilla, pero recuerda que tienes derechos y la ley te respalda.
La clave es no dejarte intimidar y actuar rápido: documenta, comunica, busca asesoría profesional y escala el problema paso a paso. Al final del día, quien construye tiene la obligación de no afectar a los demás, y si lo hace, debe responder.
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