Aunque legislativamente los términos de licencia, autorizaciones y permisos parecen sinónimos, doctrinalmente encontramos muchas diferencias, y considero que antes de explicar los retos jurídicos para su obtención debemos comprender estos conceptos.
Al igual que en materia civil dividimos los contratos en derechos reales y personales, los cuales parecieran que son muy similares, como lo es el caso del usufructo y del comodato de un inmueble, sin embargo su naturaleza es muy distinta, algo muy parecido sucede en los actos administrativos tema de este artículo.
La licencia y el permiso se diferencian en cuanto que al primero es personal, y el segundo persigue a la cosa, es decir,, una licencia en esencia termina con la inexistencia de persona y la segunda sigue vigente, como ejemplos podemos decir que una licencia puede ser una licencia de conducir y un permiso es la tarjeta de circulación de un automóvil.
En cambio una autorización es una facultad con la que cuenta la autoridad administrativa, que otorga a un particular para realizar alguna actividad, por ejemplo, cuando pides autorización para romper el pavimento o utilizar una vía o banqueta.
Ahora bien, los retos a los que nos enfrentamos para la obtención de licencias y en general de otros actos administrativos, en esencia es que las autoridades cumplan con los términos que establece la ley y que dichas dependencias se encuentren abiertas para la atención al público aunque sea de manera electrónica.
Algo que ya venía sucediendo antes de la pandemia era que las autoridades eran omisas en contestar en tiempo y forma, lo que constituía una negativa ficta y con la pandemia se alargan todavía más los términos, salvo contadas dependencias que continuaron con la atención en línea.
El reto principal es cambiar completamente al trámite en línea y la automatización de los procedimientos administrativos.
En Zárate Abogados, contamos con especialistas que le pueden asistir en las gestiones para obtener sus permisos, autorizaciones o licencias.
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