El estudio de la evolución de la propiedad en condominio se ha realizado,
principalmente, a través de la identificación de tres generaciones de condominios o
de regulación condominal, cada una con características y estructuras organizativas
que las distinguen.
La primera generación se caracteriza por contar, entre otros, con una única
asamblea y un órgano de administración, mientras que la segunda generación
introduce una estructura jerárquica con múltiples asambleas y órganos de
administración, permitiendo una mayor autonomía y especialización en la gestión de
áreas comunes. La tercera y última generación se enfoca en la regulación
convencional, abordando aspectos como derechos de uso exclusivo de áreas
comunes y la resolución de conflictos intercondominales.
Mientras los condominios de primera generación pueden llegar a ser funcionales
aún y cuando su escritura y reglamento interno contengan deficiencias, este no es el
caso de los condominios de segunda y tercera generación.
Estas dos clases de condominios, que son los que mayor auge han tenido en la actualidad, requieren de instrumentos legales sofisticados para la regulación de las complejas relaciones entre sus integrantes, así como para la adecuada planificación para garantizar la operatividad y sostenibilidad de estos espacios.
Si te interesa conocer más acerca de la evolución del régimen de propiedad en condominio y su adaptación al mercado inmobiliario contemporáneo, te invito a leer “Análisis del régimen de la propiedad en condominio en Nuevo León«, una nueva publicación hecha por el equipo de Zárate Abogados.






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